martes, 19 de mayo de 2015

CARINA Y MARÍA, ILUMINANDO SU COMUNIDAD



En una humilde vivienda construida de quincha y adobe viven Carina y María de la familia Ancajima, habitantes de los caseríos de las afueras del Distrito de La Matanza, Piura, Perú. Ellas son las matriarcas de una familia compuesta por 5 miembros, madre, hija y nietas.


A Carina le gustan los claveles, le emociona pasear y trabajar, ya que así puede conseguir sustento para su familia, según palabras suyas “lo que más me gusta en mi día a día es poder ir a trabajar”, cuando yo le dije que prefería dar besitos a las personas que más quería, se sonrojó y sonrió comentándome “no mi hijita, lo primero es trabajar”. Trabaja fumigando campos de maíz en condiciones precarias, inhalando gran parte de los pesticidas que irriga a la vez que cultiva su propio huerto familiar y cría diversos animales. Al realizarle las mimas preguntas a la matriarca María nos comunicó que le gustaban las flores encendidas, de fuertes colores, además de pasear y dar de comer a sus chanchitos.

En una sociedad marcada por el machismo y condiciones laborales de extrema precariedad, sacar adelante una familia de 5 miembros no es fácil, y más difícil es si esa familia está compuesta por una viuda, una madre soletra y tres niñxs.

Hasta enero del presente año, vivían con miedo de las picaduras de culebras durante la noche, falta de autonomía para ir a los servicios higiénicos (se encuentran fuera de la casa y por las noches les atemoriza dejar la vivienda), necesidad de caminar más de 6 km para cargar el celular para emergencias y robos de sus animales. La pobreza energética es una realidad latente en diversos países del mundo, ellas son parte de las millones de personas en el Perú que viven sin acceso a la energía eléctrica.

Como parte del proyecto “Ilumine su comunidad” se les instaló un sistema Pico Light, instalación compuesta por un panel solar que suministra corriente directa para iluminación, carga de celulares y carga de radio. Ahora, salen tranquilas de noche ayudadas por las lámparas LED de alta luminosidad, las niñas pueden estudiar en casa sin necesidad de estar inhalando el humo de las lámparas de keroseno y no tienen porqué caminar más de 6 km para poder acceder al derecho universal que supone la comunicación.



Si alguien quisiese colaborar en este proyecto o le gustaría conocer más sobre él, estaremos encantados de informarles escribiendo al aalberdi@ayniylatam.org.pe, para información adicional del programa, hagan click en http://ayniylatam.org.pe/ilumine-su-comunidad.html

¡MUCHAS GRACIAS! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario